1. «UNA COLMENA AISLADA ES MEJOR».
HECHO: Algunos apicultores utilizan colmenas aisladas, otros no. Los dos grupos debaten constantemente qué es mejor. Las colmenas aisladas son más grandes, pesadas y difíciles de mantener. Las colmenas no aisladas tienen peor aislamiento térmico. Los apicultores con colmenas aisladas argumentan que las abejas necesitan conservar todo el calor posible en invierno. En verano, necesitan protegerse del sobrecalentamiento del sol para no tener que enfriarse tanto y poder producir más miel y no debilitarse. Los apicultores que tienen colmenas sin aislar dicen que a sus abejas no les importa. ¿Y cuál es la auténtica verdad? Las investigaciones confirman que a las abejas no les importa. En invierno, no calientan en absoluto toda la zona de la colmena, sólo calientan el racimo, en el que se repliegan, y fuera puede haber fácilmente temperatura negativa. No te preocupes por el tipo de colmena que tengas. Lo importante es que puedas trabajar bien con él.
2. «UNA MADRE APAREADA TENDRÁ CRÍAS QUE TENDERÁN A ENJAMBRAR».
HECHO: Muchos propietarios de abejas creen que las madres enjambres llevan material genético, lo que provoca la tendencia a enjambrar. Una amplia investigación sobre este tema ha demostrado que esto no es cierto. No había ninguna tendencia mensurable a que las abejas enjambraran a partir de las madres, que enjambraban.
3. «LAS COLONIAS DE ABEJAS AGRESIVAS APORTARÁN MÁS MIEL».
HECHO: Los apicultores intentan criar madres suaves y, por otra parte, prevalece la afirmación de que las colmenas con madres suaves no producen tanta miel como las colmenas más agresivas. Ninguna investigación ha demostrado que la producción de miel dependa del estado de ánimo de las colonias de abejas.
4. «LAS ABEJAS NO DEBEN ABRIRSE EN INVIERNO».
HECHO: Los apicultores intentan no abrir las abejas durante el invierno. En el periodo comprendido entre finales de agosto y marzo del año siguiente, básicamente no tienen ni idea de lo que les ocurre a las abejas. Los apicultores creen que si miran la colmena, la perturbación por frío será tal que las abejas perecerán al 100%. Sin embargo, las abejas son relativamente activas durante este periodo. No les importa en absoluto echar un breve vistazo a la colmena, aunque haga -10˚C fuera. Lo que realmente molesta a las abejas son los choques. Reaccionan a ellas con excitación y, si duran demasiado, pueden perturbar la agrupación invernal. Entonces las abejas se esparcen por la colmena y se congelan.
5. «NO DEBE HABER DEMASIADAS COLMENAS EN EL COLMENAR»
HECHO: Los apicultores dicen que las abejas morirán de hambre si hay demasiadas en una misma zona. Afirman que el país está superpoblado y que ello repercute en la producción de miel. Pero la realidad es que hay colmenares en los que hay varios miles de colmenas en un mismo lugar. Las abejas pueden cubrir una superficie de 100 millones de m2 alrededor de su colmena, por lo que prácticamente no hay riesgo de hacinamiento. El problema podría ser más bien la codicia del apicultor, que se lleva toda la miel durante la cosecha. Si en un momento dado las abejas no tienen de dónde sacar el néctar, entonces realmente se están muriendo de hambre.
6. «UN APICULTOR EXPERIMENTADO ME ACONSEJARÁ»
REALIDAD: Un apicultor experimentado puede aconsejarte, pero le resulta muy difícil. No conoce a tus abejas, no sabe lo que les has hecho y no sabe cómo se han comportado a lo largo del tiempo. La urticaria es un organismo complejo y es importante conocer todo el contexto. Es como si vinieras al médico y él diagnosticara a tus hijos basándose en tu descripción. Es importante que comprendas a las abejas y que puedas medir objetivamente lo que les ocurre.
7. «CUIDAR DE LAS ABEJAS ES UN RETO»
HECHO: La gente, e incluso los apicultores, piensan que cuidar de las abejas es un reto. Está ampliamente aceptado que lleva mucho tiempo, cuesta mucho dinero y requiere mucha experiencia y conocimientos teóricos. Esta opinión prevalece por tres razones:
1. La gente tiene miedo de las abejas,
2. La gente no comprende la vida de las abejas,
3. Los apicultores realizan intervenciones incorrectas en las colmenas.
«Así como la abeja reina, la criatura de más alto rango y sin par de su colmena, está rodeada de zánganos humildes para complacerla, mientras que las obreras producen miel, del mismo modo el que se sienta en el trono sólo es igual a sí mismo y compañero de nadie».